
El pasado 15 de Septiembre fue asesinada a balazos en una reconocida residencial frente a Las Charcas, Jutiapa, la señora Glenda Medina Sandoval, de 59 años, residente de la colonia Vista Hermosa e hija del reconocido jalapaneco y exgobernador de Jalapa, Jacobo Medina.
Glenda Medina era la testaferro del presidente del Congreso de la República, el diputado vinculado con el narco en Guatemala, Nery Ramos, quien le administraba los negocios en Jutiapa, como el Parque Acuático y Hotel Arena y Sol, las flotas de buses, discotecas, encargada de meter a trabajar personas al hospital nacional de Jutiapa y negociaba las casillas para las diputaciones en las próximas elecciones generales 2027, al congresista Nery Ramos.
La muerte de Medina está vinculada al jefe del sindicato del área de salud de Jutiapa, también destituido por la familia Ramos, para tener el control de las plazas y meter gente sin ningún problema cobrándoles hasta Q20,000 a cada persona para entrar a trabajar en el Hospital Nacional de Jutiapa.
La mañana del 15 de Septiembre dos hombres fuertemente armados interrumpieron la casa de Medina, según el Comando Voluntario de Rescate, al llegar al lugar encontraron a la mujer con múltiples heridas ocasionadas por proyectiles de arma de fuego, confirmando su fallecimiento en la escena.
Fuentes extraoficiales aseguran que la testaferro del diputado Ramos, fue sorprendida por dos hombres que interrumpieron su casa ese día en la mañana y la asesinaron. Medina recibió llamadas telefónicas de sus victimarios, por lo que se cree que son personas cercanas, y las mismas fuentes sostienen que podría estar involucrada la gobernadora de Jutiapa, Diana Herrera Zepeda, y el jefe de la PNC, pues la víctima era de alto mando en Jutiapa en la política.
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